No, la parte femenia de Brangelina no es piloto de avioneta todavía, pero está tomando clases en Inglaterra. En compañía de su hijo, se acercó hasta el aeródromo de Blackbushe y junto a su instructor y su peque, se subió a bordo de una pequeña pero moderna avioneta.
Ella, delante, a los mandos, mientras que Maddox tomaba asiento en la parte trasera del aparato volador y se disponía a ser testigo de las acrobacias que su madre iba a intentar. Principalmente, mantener el trasto en el aire, y que no bajara demasiado deprisa, supongo.
Ante la posibilidad de que la visita aérea no fuera muy entretenida, el chaval se llevó detrás el IPad, para echar unas partidas al Angry Birds mientras mami hacía de piloto. Tranquilidad, dan esas imágenes. Y demuestran la confianza del pequeño en las habilidades de su mamá.
Si lo pensamos un poco, es normal. ¿Cómo va a resultar difícil a Lara Croft pilotar un avioncillo tan sencillo como ese? Claro, que si lo pensamos profundamente, es una actriz, y lo que vemos en el cine es todo mentira, así que igual no es tan sencillo.
Sea como sea, la actriz y su hijo subieron, estuvieron un rato volando y luego volvieron sin problemas a tierra, así que mal, lo que se dice mal, no debe dársele a la actriz. Una habilidad más que puede unir a las que ya posee y que le valen ser una de las personas más influyentes del mundo, según la lista que hace el Reputation Institute.
En esa lista, la actriz ocupa el número 12, y se confecciona en base al grado en el que una persona es querida, se confía en ella, es respetada y admirada. No está mal, siendo los tres primeros Nelson Mandela, Roger Federer y Bill Gates. Curiosa lista, pero bueno, ahí está.
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