Lindsay Lohan parece que poco a poco va recuperando la cordura y la clase. Si bien ella es una de las famosas a las que más hay que vigilar para que no recaiga, con eso de que está en libertad condiciona hay que estar con mucho ojo. Así que era de esperar que desatara las alarmas tras estar yendo continuamente al baño en la fiesta a la que acudió el otro día en la Casa Blanca.Y mirad que ella iba de lo más mona y sexy, como hacía tiempo que no la veíamos. ¿Para qué levantar sospechas? Pues dicen los invitados a la cena que Lilo no paraba de entrar y de salir del baño. La noticia que ha salido en el New York Post dice que “Lohan hizo continuos viajes al baño, pero no por las razones que os podáis imaginar”.
Vamos a ver, teniendo en cuenta su curriculum y su pasado, la última razón por la cual pensamos que Lilo se la pasó yendo al baño es porque se pasó con las pochas la noche anterior. De ser así, pobre la moza a la que le tocó ir al baño después de ella. Pero, sinceramente, suena raro.
¿La razón? Según comentan, fue continuamente al baño para hacer lo que muchos y muchas hacen hoy en día cuando están de fiesta en el bar y hace mucho frío: ¡se fue a fumar un pitillo al baño!. Dice la cantante que ella generalmente no fuma, pero que ha cogido el hábito al preparar el papel de Elizabeth Taylor en el cine.
Al menos fue a fumar y no a otras cosas peores… Eso sí, no todo son críticas hacia Lindsay. La actriz tuvo un gesto muy bonito con una de las señoras de la limpieza de la Casa Blanca. Cuando fue al baño vio a una mujer, llamada Bianca, de edad avanzada, y le dio tanta pena que no pudo evitar darle un bilelte de 100 dólares.
Al ver lo duro que trabajaba le dijo “eres mayor para estar haciendo esto”, y como intentando resolverle la vida, le dio 100 dólares. Oh qué generosa es Lilo… En fin. Menos da una piedra, pero con tal cantidad de dinero dudo mucho que la mujer pueda hacer grandes cosas. Eso sí, el detalle es lo que cuenta.
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