
El pasado 23 de diciembre se formalizó la demanda de divorcio en un tribunal de Los Ángeles. La esposa de Mel Gibson, Robyn, se quedará finalmente con la mitad de la fortuna de su ya ex-marido. Protagonizando así el divorcio más caro del mundo del espectáculo.
Pero las desgracias amorosas-financieras del Bravehearth del cine no terminan ahí. Puesto que al poco de separarse de su mujer, en el año 2006, entabló una relación con la cantante rusa Oksana Griogorieva. Con la que tuvo una hija llamada Lucía, y de la que también se separó a los pocos meses. Aunque en aquella ocasión parece ser que por decisión de la propia Oksana. Además de demandarle por presuntos malos tratos, resultando condenado a pagarle otros cuatro millones de dólares más a lo largo de los próximos cinco años.
En definitiva, malos tiempos para la carrera de Mel Gibson. ¿Próximos proyectos en Hollywood? Por ahora no se sabe nada de ellos, ni se les espera.